jueves, 28 de abril de 2016

Sensaciones de un cazador

¿Conocéis alguna buena forma de empezar la mañana? Bueno por si no os apetece pensar ya os la digo yo.
¡Vamos a empezar la mañana cantando!

 

Llega el otoño,
 el cielo se pone gris, 
verde los campos
 y el vuelo de una perdiz
se palpa en el ambiente,
 ilusiones de un montero,
 a las claritas de día,
 el jabalí de sus sueños...
 No hay más nervio que escuchar
 que el ladrio de una rehala,
 la presencia de un venao
 el corazón le palpita.
No hay más nervio que escuchar
 que el ladrio de una rehala
 el romper de un jabalí
 el corazón le palpita.
Rehalero de la sierra, 
voces que estremecen,
 lances que no se olvidan
 grabados en el monte, 
cristo tiene que estar, 
el cazador no apunta a la carne 
es de buen hacer
 lo lleva en la sangre.
 La belleza y lo salvaje
 van cogidos de la mano,
 la ternura y dulzura
 van cogidas desamparo
 rehaleros y sus perros
 van cubriendo los montes,
el cazaor y su escopeta
 esperando sensaciones.
 No hay más nervio que escuchar 
que el ladrio de una rehala
 la presencia de un venao 
el corazón le palpita.
 No hay más nervio que escuchar 
que el ladrio de una rehala
 el romper de un jabalí
 el corazón le palpita.



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